Examen General de Heces (EGH)

El examen de heces puede ser solicitado por le médico para evaluar sus funciones digestivas, la cantidad de grasa en las heces o verificar la presencia de huevos de parásitos, siendo útil para saber cómo está la salud del individuo. Puede recomendarse la recolección de 2 o 3 muestras en días diferentes, debiendo almacenarse cada muestra en un recipiente específico y guardarla en el refrigerador.

Tipos de exámenes de heces

Existen diversos tipos de exámenes de heces que puede solicitar el médico de acuerdo con el objetivo del examen:

Los principales tipos son:

Examen macroscópico de las heces: la evaluación macroscópica de las heces tiene como objetivo verificar la consistencia de las heces, que está directamente relacionada con la cantidad de agua ingerida durante el día y la presencia de infección bacteriana, viral o parasitaria.

Examen parasitológico de heces: por medio de este examen se realiza la búsqueda de quistes o huevos de parásitos, siendo útil para identificar parásitos intestinales. En este caso no se puede utilizar laxante o supositorio antes de recolectar la muestra de heces, y el recipiente debe mantenerse en el refrigerador.

Coprocultivo: este examen se solicita para identificar las bacterias presentes en las heces, siendo posible confirmar la salud del intestino a partir del momento en que se identifica la presencia de las bacterias que no son parte de la microbiota normal. Las heces deben ser colocadas en un recipiente adecuado y enviada al laboratorio en un máximo de 24 horas, no debe usar laxantes y el recipiente con las heces debe mantenerse en el refrigerador.

Búsqueda de sangre oculta: este examen se indica para búsqueda de cáncer de colon e intestino, así como posibles hemorragias en el sistema digestivo, ya que sirve para evaluar pequeñas cantidades de sangre en las heces que no logran ser vistas a simple vista. Las heces deben ser enviadas al laboratorio como máximo en 24 horas, manteniéndolas en el refrigerador. Evitar recolectar las heces en caso de sangrado anal, nasal o sangrado de las encías al cepillarse los dientes.

Búsqueda de rotavirus: Las heces, de preferencia cuando son líquidas, deben ser recolectadas a cualquier hora del día y llevadas al laboratorio en un máximo de 1 hora con el objetivo de identificar el rotavirus y, así, iniciar el tratamiento lo antes posible para evitar complicaciones.

La cantidad mínima de heces depende de la recomendación del laboratorio y del examen realizado. Normalmente no son necesarias grandes cantidades de heces, sólo una pequeña cantidad que logre ser obtenida con la ayuda de la palita recolectora que se ofrece junto con el recipiente para heces.

Cómo recolectar las muestras

La recolección de las heces debe ser hecha con mucho cuidado para que no se contaminen con la orina o con el agua del inodoro. Por lo que para tomar la muestra es necesario:

Evacuar en una bacinica, en una hoja de papel blanco o de periódico, colocada en el piso de baño;

Recolectar un poco de heces con un palillo de madera como las usadas para las paletas congeladas o chocobananos y colocarla dentro del frasco

Nota: Existen frascos especialmente para muestras de heces que se pueden comprar en algunas farmacias o se consiguen en los laboratorios (nosotros en LCB los brindamos gratuitamente a nuestros pacientes), estos frascos traen incorporadas a sus tapaderas unas extensiones como cucharitas que se usan para tomar con ellas las muestras de heces.

Escribir el nombre completo en el frasco y guardar en el refrigerador por 24 horas como máximo hasta ser llevado para el laboratorio.

El procedimiento es simple y es el mismo tanto para los adultos, niños y bebés. En el caso de que el paciente utilice pañales, la recolecta debe ser hecha justo después de la evacuación.

Otra forma de recolectar las heces de forma más fácil, es comprar una especie de bolsa plástica esterilizada que reviste el retrete y puede evacuar como lo hace normalmente. Esta bolsa no permite la contaminación con el agua presente en el inodoro y facilita la recolección de las heces, siendo muy útil para personas con movilidad reducida y que no consiguen mantenerse agachadas para evacuar en la bacinilla o en una hoja de papel, por ejemplo.